Abonos orgánicos
Abono
de composta (compost)
La composta es la mezcla de restos vegetales y
animales y tiene el propósito de acelerar la descomposición natural de estos
materiales, esta descomposición se lleva a cabo por microorganismos.
La composta no tiene
una composición de insumos externos ya que se puede usar todo material que sea
natural y local, lo que resulta más económico, es aprovechar los desechos que
se producen en la propia parcela, finca u hogar.
Más que un abono, la
composta es un mejorador de la aireación y el drenaje, en los suelos aumentando la cantidad de
microorganismos y la cantidad de nutrimentos en el suelo.
Para hacer composta, se usan tres diferentes
tipos de materiales naturales:
1. Material
fibroso de plantas, que viene a ser la fuente de carbono.
2. Materiales altos en nitrógeno, como la gallinaza y las boñigas.
3. Una fuente de energía, como la melaza, para la reproducción de los
microorganismos.
Para obtener una buena composta, es muy
importante la relación entre las fuentes de carbono o fibra y las fuentes de nitrógeno.
Esta relación debe ser de tres a uno, es decir, tres partes de fuente de
carbono para cada parte de fuente de nitrógeno.
Fuente de fibra o carbono • Hojas caídas •
Restos de cosecha • Broza de café • Tusas, elotes • Rastrojos de frijol, maíz o
arroz • Paja y granza de arroz • Fibra de coco • Bagazo de caña de azúcar •
Tallos y hojas de cuadrado, banano y plátano
Fuente de nitrógeno • Excrementos de animales como
gallinas, cerdos, vacas, cabras, caballos y conejos. • Restos de plantas
leguminosas, que son las que producen vainas, como el frijol, • gandul, maní
forrajero, poró y guaba.
Fuente de energía • Melaza, agua de azúcar, jugo de caña de
azúcar
Preparación
Buscar un lugar
adecuado para hacer el composta. Debe estar protegido de la lluvia, el sol, el
viento y los animales. El procedimiento para mezclar los materiales se hace
formando capas luego se rocía con melaza y agua conforme se van mezclando. El
tamaño de los materiales no debe ser de más de 10 centímetros de alto por capa.
La mezcla, debe estar humedecida sin que escurra agua al apretar un puño de la
misma. Hay que estar pendiente de la humedad durante todo el proceso de
descomposición y no dejar que se seque.
La cantidad de melaza
u otra fuente de energía que se usa es poca, un galón de melaza diluido en un
estañon de agua es suficiente para proporcionarle energía a los
microorganismos. Se aplica la cantidad necesaria de esta mezcla a la Composta
para que quede bien de humedad.
Equipo • 1 pala • 1
balde y una regadera, si se va a agregar melaza diluida • 6 a 10 sacos de yute
o de nylon (como los de semilla o abono, bien lavados) para tapar la composta.
Procedimientos para
la elaboración de la composta
Se hace un montón con
los materiales en forma de montículo, como de un metro de alto. Se tapa con
sacos de nylon o sacos de yute. En zonas cálidas debe voltearse cada 8 días.
Entre más se voltee, más rápido se descomponen los materiales. Sin embargo, si
se voltea mucho se escapan nutrientes, como el nitrógeno, en forma de gas y también
implica más mano de obra para el productor. Es importante tomar la temperatura
una vez al día a diferentes niveles en el centro del montículo de materiales y
tomar un promedio de estas lecturas. La temperatura se debe mantener entre los
60 y 70 grados centígrados. Se deben tomar al menos 5 lecturas. El promedio se
saca sumando las lecturas y dividiendo este número por la cantidad de lecturas
tomadas. La composta está lista cuando tiene un color café oscuro y olor a
tierra del bosque. La mayoría de los materiales deben estar descompuestos.
La dosis de
aplicación de la composta va a depender del estado del suelo que se tenga en la
parcela. Entre más deteriorado esté el suelo, más composta se agrega. Las dosis
generalmente son altas (para hortalizas se aplican 3 sacos de composta por
metro cuadrado).
Como la composta
lleva bastante mano de obra por el hecho de voltearlo cada 8 días, generalmente
se utiliza en áreas pequeñas de media a una hectárea, en cultivos intensivos,
como son las hortalizas. Se puede voltear con menos frecuencia para ahorrar
mano de obra, pero el proceso de descomposición va a ser más lento. Se debe mantener la relación de materiales de
tres partes de material alto en carbono o fibra, una parte de material alto en
nitrógeno. La composta nunca se debe
secar. Periódicamente se debe hacer la prueba con la mano para asegurarse de
que esté bien de humedad.
Una buena práctica es
agregar lactobacillus o té de semolina fermentada a la composta, para que los
materiales se descompongan en forma más rápida.
Abono de bocashi
Bocashi: en japonés
significa “abono fermentado” y se utiliza como un abono al suelo. No sólo
proporciona nutrientes, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y
sílice, sino también aporta una gran cantidad de microorganismos, o microbios
benéficos. Estos microorganismos transforman la materia orgánica del suelo en
minerales que la planta puede absorber. A la vez, estimulan el crecimiento de
las raíces y ayudan a proteger las plantas de microorganismos dañinos.
El Bocashi también
mejora físicamente el suelo, facilitando el paso de aire y agua por él, lo que
es un beneficio que no aportan los abonos químicos ya que estos últimos vuelven
el suelo más ácido y van formando una clase de “costra” que disminuye el paso
de agua y aire por el suelo. El efecto del abono Bocashi no se ve de una vez,
se va notando poco a poco.
Materiales para
producir 4 quintales de Bocashi • 4 sacos de tierra de una zona poco trabajada
o cultivada • 1 saco de granza de arroz • 1 saco de carbón vegetal, en pedazos
pequeños de más o menos 2 centímetros • 1 saco de gallinaza o cabraza • 1 saco
de semolina de arroz • 2 litros de melaza • 40 a 60 litros de agua
Equipo • 1 pala • 1
termómetro que marque más de 80 grados centígrados • 1 balde plástico con
capacidad de 10 a 20 litros (3 a 6 galones) • 1 regadera • 7 a 10 sacos de yute
o nylon (como los de semilla o abono), bien lavados
Funciones de los
materiales utilizados para hacer Bocashi
Tierra: Contiene
nutrimentos y microorganismos benéficos. Para que tenga la mayor cantidad de
microorganismos, debe ser de una zona poco trabajada o cultivada, con una
cobertura de plantas si es posible.
Granza de arroz:
Ayuda en el drenaje y la aireación de los suelos. Contiene sílice, que reduce
la incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos.
Semolina de arroz: Es
alta en magnesio y fósforo. Es una fuente de alimento para los microorganismos.
Carbón vegetal:
Absorbe los malos olores en el abono. Sirve de refugio para los
microorganismos. Gallinaza,
cabraza o boñiga: Contienen nutrimentos, como el nitrógeno, fósforo, potasio,
calcio y magnesio.
Melaza: Es una fuente
de energía para la reproducción de los microorganismos también es alta en
potasio.
Pasos para su
elaboración:
Día 1
Paso 1 Primero, escoja un lugar apropiado para
elaborar y dejar madurar el abono, por lo menos 3 x 3 metros de área. Este debe
ser plano, seco y protegido de la lluvia, el sol, el viento y los animales.
Paso 2 Divida cada uno de los materiales secos en
tres partes iguales. Coloque los diferentes materiales en fila, en el orden en
que aparecen en la lista. Como cada material se divide en tres partes, tendrá
tres filas iguales
Paso 3 En un balde, diluya la melaza en 20 litros
de agua. Si el balde es más pequeño, diluya la melaza en varias tandas,
conforme se va usando. También se puede diluir directamente en una regadera
grande.
Paso 4 Se empieza a hacer capas con los materiales,
colocándolos uno encima del otro. Al terminar, rocíe el montón con una parte de
la melaza diluida. Mezcle los materiales con una pala y agrégueles agua
conforme va mezclando.
Paso 5 Empiece a mezclar los materiales con una
pala, agregando agua durante el proceso. Hay que tener mucho cuidado de no
agregarle demasiada agua a la mezcla. Para saber cuando tiene la humedad
correcta, agarre y aprete un puño de la mezcla. Si forma terrones que se
desboronan al tocarlos, entonces ya tiene buena humedad. Si escurre agua, se ha
pasado de humedad y corre el peligro de que el Bocashi empiece a oler mal
conforme pasan los días. Para corregir un exceso de humedad, agréguele más
materiales secos, como tierra y granza de arroz.
Paso 6 Extienda la mezcla de forma que tenga la
misma altura por todos los lados. Tape el montón con sacos de nylon, yute que
permita la entrada de oxígeno, Si va usar sacos viejos de abono, asegúrese de
lavarlos bien. Los sacos ayudarán a guardar calor y humedad. Los días más
importantes para el crecimiento de los microorganismos van a ser desde el
primer al cuarto día. Del segundo día
hasta el cuarto día,
las temperaturas de la mezcla deben estar entre los 45 y 50 grados centígrados.
Día 2
Temprano en la
mañana, quite los sacos del montón y tome la temperatura con un termómetro en
por lo menos 5 puntos diferentes. Las lecturas se deben tomar por la mitad de
la altura del montón. Por ejemplo, si la altura es de 40 centímetros, las
lecturas se toman a una profundidad de 20 centímetros. También puede utilizar un machete y sentir la
temperatura tocando la superficie del mismo.
El promedio de las
lecturas que se toman debe estar entre los 45 y 50 grados centígrados. El
promedio se saca sumando todas las lecturas del termómetro y dividiendo este
número por la cantidad de lecturas tomadas.
Ejemplo: mida la
temperatura en 5 lugares diferentes del montón a una profundidad de 20
centímetros y obtengo las siguientes lecturas: 48, 52, 46, 49 y 48 grados
centígrados. Sumo estos 5 números y obtengo 243. Divido 243 entre 5, que es el
número de lecturas que tomé, y obtengo 48.6 estando dentro del rango deseado.
Si al sacar el
promedio se obtiene un número más alto que 50, baje la altura del montón unos
10 centímetros.. Es importante que la temperatura no se eleve a más de 50
grados. Por la tarde, déle vuelta a la mezcla de nuevo este procedimiento se
continua todos los días, bajando la altura hasta llegar a 20 centímetros hasta
completar 8 días y alcance la temperatura ambiente, y está listo para ser usado
en los cultivos.
Durante estos días,
el Bocashi va ir cambiando de un color café hasta llegar a tener un color gris
claro y va a tener un olor a moho. También se va ir secando, volviéndose
polvoso, debido a la presencia de hongos y bacterias .
Si en estos días el
Bocashi se moja o se asolea, la temperatura puede elevarse. Si esto ocurre,
extienda el Bocashi y déle vuelta para que la temperatura baje. Déjelo
extendido hasta que baje a temperatura ambiente, después del quinto día remover
solo una vez al día, al llegar al octavo día déjelo destapado y luego se recoge
y se procede a guardarlo en sacos.
El Bocashi si no se
utiliza de una vez, se puede almacenar hasta 3 meses en un lugar protegido del
sol y de la lluvia Sin embargo, la calidad va a disminuir al almacenarlo debido
a que es material vivo. Es importante: Mantenerlo protegido del sol y de la
lluvia. No se debe mojar durante el proceso de maduración. Por eso es
importante obtener la humedad adecuada cuando se mezclan los materiales.
Voltearlo para que todos los materiales reciban suficiente aire, esto asegura
un buen proceso de fermentación.
Dosis de aplicación
No hay dosis
estrictas para la aplicación del Bocashi en el campo y depende de que tan
deteriorado esté el suelo. El mismo agricultor tiene que experimentar con esta
medida. Generalmente, al momento de trasplantar hortalizas, se coloca un puño
de Bocashi al fondo del hoyo donde se va a depositar la planta. Pero, las
raíces de las plantas no deben tocar el Bocashi directamente, porque se pueden
quemar